martes, 22 de mayo de 2012

Los amigos que perdí


Las diferencias económicas. La popularidad de una de ellas. Los gustos distintos. La otra niña celosa. El chisme malintencionado. La malicia escondida. La inocencia tergiversada.  El polo con el angelito blanco. El diario que leí a escondidas. La profesora de matemáticas confidente. El dicho, tan cierto, de que dios las crea y ellas se juntan.

El mejor amigo de primaria. Las risas permanentes. El exceso de expresividad. Los primeros abrazos. Las primeras nuevas sensaciones. El primer amor infantil. La amistad malinterpretada. El bus a Lunahuaná. El llanto de regreso. El apodo tan bien ganado.

El mejor amigo de secundaria. Las jaladas al paradero. Las largas horas en el teléfono. Los consejos para conquistar a su primer amor. Las miradas cómplices. Los juegos de manos. El desmayo en las escaleras. La mandíbula rota. Su apoyo incondicional. La fiesta de pre y la fiesta de prom. Los partidos de fútbol. Los entrenamientos de vóley. Las cartitas llenas de colores. Los chismes en media clase. Las botadas del salón. Las malas interpretaciones. El corte inminente.

La antipatía inicial. La ropa de niña fresa. El acercamiento involuntario. Sus problemas familiares. Mi sensibilidad natural. La amistad incipiente. Los alcahueteos para verLO. La confianza creciente. Los divertidos recreos en el patio. El viaje a Estados Unidos. El adiós que no fue.

Los primeros días en la universidad. Mi poca sociabilidad. Su sonrisa dulce. Mi apariencia de chica superada. Su facilidad para leer a las personas. Nuestra obvia inteligencia. Los trabajos en grupo. Las tardes en su depa. Su hermano mayor. La atracción inmediata. El resultado temido. Mi cambio de carrera. Su cambio de universidad.

El nuevo trabajo. El miedo a no encajar. Su rostro tan gracioso. Mi risa descontrolada. Su compañía permanente. Los expedientes interminables. Las horas de almuerzo anheladas. Los paseos por el malecón. Los besos robados. Los otros planeados. La indecisión macabra. El miedo a perder. La beca salvadora. Mi viaje a Madrid. El suyo a buenos aires. El reencuentro esperado. El árbol de navidad. Esa película italiana en el suelo de mi sala de estar.

La indiferencia inicial. La casualidad del amigo en común. El invierno de 2010. Las noches de sargento.  Las botellas de wiski que vaciamos.  Las tertulias de las tardes. Los bailes en su sala. Sus estudios para el título. El éxito final. El distanciamiento inconsciente. El reclamo posterior. El malentendido por nextel. Su lamentable decisión.

Los años de periodismo. Las noches de estudios en mi casa. El café y los chocolates. El cambio de carrera. Su graduación. La mía. Los encuentros esporádicos. La genialidad de esos encuentros. La noche del cumpleaños. El polo prestado. Mi premura por su devolución. Su indiferencia a mis pedidos. La entrega furiosa.   El mutuo resentimiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario